Berta, una universitaria ingenua y eficiente con apuros económicos, comienza a trabajar en la agencia de detectives que regenta en Valencia un estrafalario personaje salido de las películas en blanco y negro. Mejías es un detective privado a la vieja usanza: inadaptado, audaz, absurdo, luchando contracorriente en estos tiempos revueltos, jugando a ser Humphrey Bogart en un mundo que no acepta, ni que tampoco lo acepta a él.
Juntos, es un decir, investigarán un extraño caso que involucra a la familia dueña del mayor grupo constructor valenciano, y cuyas raíces se van hundiendo cada vez más en un pasado turbulento que todos parecen desconocer.
La familia Dugo-Escrich es temida por todos, aparece en los más altos estamentos de la Administración, copa los más importantes entornos empresariales, influye en el ámbito del arte, en la prensa seria y del corazón; pero todos guardan secretos.
Mejías desoye las voces que tratan de apartarle del caso una vez que ha pasado la primera marea. Continuará en él, concadenando situaciones geniales, descabelladas y peligrosas hasta que, al final, se destape la caja del tiempo con un sonido que no gustará a nadie…
«Santiago Álvarez te recuerda que, si bien todas las historias están escritas, lo fascinante es descubrirlas con nuevos ojos y nuevas voces que sepan contarlas.»